lunes, 16 de mayo de 2011

¿Qué entiendo por cibercultura?

La primera tarea a llevar a cabo dentro de este taller optativo dentro del Máster Oficial en Comunicación y Aprendizaje en la Sociedad Digital consiste en elaborar una definición del término central del mismo: cibercultura. Para ello indagaré en tres recursos informativos donde sea mencionado dicho neologismo entorno al cual se desarrollará el taller.

Aproximación al concepto "cibercultura"
Lo primero que he de señalar es que no existe unanimidad entorno a este concepto, aunque un punto en común entre las tres referencias consultadas es el impacto que han venido ejerciendo las tecnologías digitales de la información y la comunicación sobre aspectos tales como la realidad, el espacio, el tiempo, el hombre mismo y sus relaciones sociales, principalmente, a través del ordenador y de la comunicación a través de Internet. Dicho impacto, atendiendo a la vertiginosa apropiación de las tencologías por parte de las personas, o viceversa, se puede contemplar como una gran revolución en la manera de acceder, apropiarse y transmitir la información, generando así nuevos desarrollos sociales, políticos y económicos, que es lo que el común de la gente interpreta como cibercultura

Como sencillamente señala el subtítulo de la famosa obra de Pierre Lévy Cibercultura (Barcelona: Editorial del Hombre Antrophos. 2007), se trata de la cultura de la sociedad digital. Los valores centrales que integran dicha cultura, tal como otras culturas tienen otros valores básicos, y que ayudan a distiguirla a su vez de otras, son la interconexión, la creación de comunidades virtuales entorno a afinidades o habilidades y la inteligencia colectiva, término éste que se encarga el propio Lévy de adaptarlo desde su orígenes a la actualidad y la realidad de los mundos virtuales. Por mi parte, me atrevería a señalar a la interconexión como elemento fundamental para que tenga lugar, más allá de la ciencia ficción, la cibercultura. La conexión entre elementos -la cual es cada vez mayor y entre más elementos- es la antagonía al aislamiento, y dentro de esos elementos, inevitablemente, ya tiene su propio lugar el ser humano. La conexión es un bien en sí mismo, como señala Christian Huitema, que marca como horizonte de la cibercultura la conexión universal.

Una forma de atender a una cultura es distinguir la serie de fenómenos a los que da lugar, de esta forma, un efecto derivado de lo anteriormente dicho es la rotura de barreras y fronteras, tanto geográficas, como temporales, como culturales. Por otra parte, podríamos encontrar con el lenguaje digital, lo que Kerckhove y Lévy definen como la configuración de un lenguaje todavía más universal que el alfabeto, propio de la que dan en llamar como tercera era de la comunicación, una era que habría seguido a las de la oralidad y la escritura. Kerkchove, además, propone comprender la cibercultura desde tres grandes características: la interactividad, la hipertextualidad y la conectividad
 
Desde el punto de vista del impacto tecnológico, una cuestión clave para la cibercultura es poder discernir de qué modo están afectando las nuevas tecnologías a la inteligencia y a las formas de usarla. Al respecto, Kerckhove, en su libro. La piel de la cultura Investigando la nueva realidad electrónica, indaga los efectos de las tecnologías electrónicas desde la televisión hasta el ciberespacio, pasando por la realidad virtual, el Internet, la biomecánica y las llamadas por él psicotecnología.

A modo de conclusión, en un intento integrador, se podría decir que la cibercultura, actualmente, es el conjunto de técnicas, prácticas, actitudes, modos de  pensamiento y de valores que se desarrollan conjuntamente con el propio crecimiento del ciberespacio. Señalo la actualidad de este intento de definición ya que lleva consigo el término ciberespacio, un término acuñado por el escritor de ciencia ficción William Gibson en 1984 en su novela Neuromante.

Conceptos positivos:
- Posibilidad de romper límites geográficos, temporales y socioculturales para la comunicación.
- Acceso a una cantidad de recursos antes inimaginable.
- Bajo coste de la posibilidad de estar en red (popularización del acceso a Internet).

Concpetos negativos:
- Pérdida de privacidad.
- Menor capacidad para profundizar en las lecturas, derivada de los necesarios ajustes a los que se ve sometido nuestro cerebro ante tanta cantidad de información, dispuesta de una forma tan distinta a como venía siendo tradicionalmente.
- Sensación de saturación informativa.
- Menos aprovechamiento de los recursos.

Referencias
-RODRÍGUEZ, Jamie A. El relato digital. Cibercultura. [en línea] Universidad Javeriana [referencia de 25 de mayo de 2010] Disponible en web: <http://www.javeriana.edu.co/relato_digital/r_digital/cibercultura/cibercultura.html>
- FAURA, Ricard. Cibercultura, ¿realidad o invención? [en línea] Ciudad virtual de antropología y arqueología. mayo 2010 [referencia de 25 de mayo de 2010] Disponible en web: <http://www.naya.org.ar/congreso2000/ponencias/Ricard_Faura.htm>
- LÉVY, Pierre. Cibercultura, La cultura de la sociedad digital. Barcelona: Editorial del Hombre Antrophos. 2007.
(Este último está disponible parcialmente en web, en Google libros)

2 comentarios:

  1. Estuve revisando el libro de Kerckhove que recomendaste, encontré una frase que me parece digna de análisis a partir del concepto de cibercultura “hemos sido constantemente construidos y reconstruidos a partir de nuestras propias invenciones" es evidente la influencia de McLuhan en su discurso. Visionario o radical delirante? ;)

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  2. Hola, Ximena.

    No sé si fui yo quien te recomendó el libro de Kerckhove, pero me alegro de que te resultara útil. Tomo nota del autor. Por otra parte, yo sí que me atrevo a recomendarte uno que ya ha mencionado Roberto en clase, el de Pierre Lévy, que aquí lo tienes en google books: http://goo.gl/HdgZp

    Un saludo

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